15 de marzo de 2010

Si Muero Antes Que Tú: Capítulo VIII


Perdón chicas que tardé en publicar...es q tenia esta idea dandome vueltas en la cabeza, pero no la podia plasmar...y perdon si les parece cortito...pero debo dejarlo asi, para continuar el otro...

Ahora tambien tengo cuenta en Fanfiction.net: solcito.clln ...busquenme!!!...

besoss!!!

Solcito!!!



Capítulo 8: Tarde


Edward POV

Mi Bella querida…Si hubieras entendido qué era lo que estaba ocurriendo…Si hubieras sabido todo lo que solías ejercer en mí…Si hubiera tenido alguna manera de enseñarte lo que pretendía que entendieras…o mejor aún, si hubiera dedicado mi tiempo en demostrarte que necesitaba que entendieras mi silencio…

Pocas palabras, para muchos sentimientos…

Amor, sólo quiero que entiendas que nunca estarás sola…que yo comparto mi alma con la tuya desde aquella noche en aquel atestado bar…Mi cuerpo dejó de obedecerme y parte de mí corrió a tu encuentro…Ya es tarde para todo…Y es temprano para intentar…

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¡Qué terca resultaste ser!...Por lo menos ya no llovía…eso era algo positivo. Cuando me convencí de que no iba a subir al auto, me inundó un estallido de bronca…¿Por qué conmigo no?...¿por qué a mí me rechazaba la compañía?...Pero no era enojo…era un simple capricho…

La acompañé hasta su casa andando a 20 km/h. Algo que me alteraba muchísimo era andar tan pero tan lento. Y ella lo sabía…Además de mi bronca, tenía una especie de sentimiento raro, porque podía divisar que se estaba divirtiendo…Ésta era su maldita venganza…Si supiera por qué yo intentaba alejarme todo el tiempo…Quizás no se comportaría así…o quizás sí, porque en realidad, no la conocía demasiado, no sabía cómo podía reaccionar…

Cuando nos acercamos a su casa, estacioné el auto. Bajé y me acerqué donde estaba, a punto de abrir la puerta de entrada.
Sin siquiera hablarle, ni osar abrir mi boca para reprocharle su infantil comportamiento, subí los dos escalones que me separaban de ella. Bella estaba radiante, se le había secado el pelo, y aunque su atuendo no era espectacular, porque llevaba mi gastado pantalón buzo, ella irradiaba sensualidad constantemente…Me miraba expectante, no entendía cuáles eran mis pensamientos, ni menos aún lo que estaba dispuesto a hacer…

Me acerqué a su rostro. Me detuve a admirarlo. Observé detenidamente sus poros, sus marcas, sus formidables pecas, su grandes pestañas…Ni hablar de sus ojos color chocolate que hacían que perderme en ellos fuera el mayor y mejor reto en el que podía dedicar mi vida entera. El pelo le llegaba hasta la curva de sus pechos, y generalmente allí se encontraba, sólo que hoy lo llevaba recogido en una cola. No era lo que más me gustaba, pero aún así la volvía más interesante. Me encantaba perderme viendo cómo su pelo libremente dibujaba formas irreconocibles en el viento…Al encontrarse con los ojos bien abiertos, la luz del Sol del atardecer se colaba por entre las nubes e irradiaba justo en sus pupilas de una manera tan espectacular que parecía derretir el chocolate de sus ojos.

Apenas noté que de vez en cuando miraba de soslayo a la casa…¿Tendría temor de que el padre nos viera?...No sabía mucho del Jefe Swan, pero por lo que ella me había contado, no tenían muy buena relación…Y yo no quería darle más motivos de discusión. Así que aproveché para salir de mi ensimismamiento y tomé su mano, entrecruzando sus dedos con los míos. La elevé hasta ponerla ante nuestras miradas, y le dije:

-Isabella Swan, ésto que vez—le acerqué nuevamente nuestras manos entrelazadas y las hice girar a modo de sonajero, para que le llamara la atención—…¿qué te parece a ti que significa?...
Bella evidentemente, no entendía a qué quería llegar…y yo, simplemente, quería saber qué era lo que ella sentía…Ese día habían habido muchas emociones dispares entre nosotros…Nuestro primer beso, y nuestra primera discusión…

-Mmm…creo que…para mí esto—ahora era ella la que quería mostrarme como movía nuestras manos—ésto…significa algo, para mí, es como una Unión…Sí, creo que esa es la palabra justa—me miró expectante para ver qué era lo que yo iba a contestar…aunque a veces evadía mi mirada…Yo me posé en nuestras manos…Unidas, como bien ella lo había definido…

Cruzó por mi mente una avalancha de imágenes deseosas por ser verídicas…Bella y yo besándonos cada día, a la mañana antes de salir a trabajar. Bella y yo amándonos por las noches, dejando que nuestros cuerpos le explicaran a nuestras mentes qué era aquello loco por lo que todos los hombres de este mundo luchan, lloran, pelean y ansían, qué era aquello llamado amor. Bella y yo discutiendo enojados, para luego reconciliarnos con los más dulces besos…Bella y yo, simplemente sentados disfrutando de una tarde de lectura, o de una película romántica o por qué no de acción…Y se quisieron aventurar aún más…y vi a mi Bella haciéndome el hombre más feliz del mundo…dándome lo que todo hombre desea en algún momento de su vida…

Un hijo…

Nuestro hijo…

-Ey, Cullen…qué te ocurre?...Chh…qué ha pasado contigo?...—Me buscaba la mirada, aunque yo estaba a mil años luz de ahí, sentí su rostro dirigirse al mío y su mirada compenetrada en mis pensamientos, por lo que volví en mí, y le contesté:

--Nada….pensaba en que…--ahora era yo el que quería evadir su mirada—Maldición! esto va a ser muy difícil, pero lo que dure, no sabes cómo lo voy a disfrutar…--Bella se veía confundida, por lo tanto era mi oportunidad, si total ya estaba totalmente aturdida, que le hacía una mancha más al tigre…Le tomé el rostro con ambas manos y salvé la distancia entre nuestras bocas en un solo recorrido…Rápido pero angustiante recorrido…Entré en su boca como ladrón en casa ajena, no quería causarle daño físico ni emocional, pero mi cuerpo ya se había desprendido de mí…No podía conseguir imaginarme sin ella…Y aún había pasado solamente 1 día de conocerla…

Mi lengua fue encendiendo cada parte de su ya cálida boca. Mis manos recorrieron su rostro, su cuello, dejando huellas de posesión en cada milímetro de piel recorrida…Si tuviera un marcador indeleble, me encantaría escribir mi nombre en cada parte de su cuerpo…Ese cuerpo, ese, debía ser mío…Bella debía ser mía…No podía ocurrir de otra manera. Mis pensamientos eran totalmente egoístas, y lo sabía, pero qué podía yo hacer?...La suerte estaba echada…

Mis manos recorrieron sus hombros, y mi boca comenzó a colonizar nuevos territorios…Se aventuró más allá del mentón, pasando antes por el lóbulo de su oreja. Contemplé sus infinitos estremecimientos, y escuché cómo requería más atención de mi parte…

--Edward, sé que no es lo correcto…pero…

--¿Qué, amor?...¿qué quieres?...—Yo tampoco podía hablar sin preguntarme si verdaderamente estaba diciendo lo que estaba pensando…Mi mente giraba en círculos, sólo mi cuerpo era consciente de sus actos, y eso psicológicamente sabía que era imposible…

--Edward…sólo que aquí no…--Eso fue la gota que rebalsó el vaso.

El “Aquí No” indicaba que en algún otro lugar sí…por lo tanto, Bella quería que esto ocurriera, y es más, quizás hasta que siguiera…Con eso sólo por hoy, yo tocaba el cielo con las manos. Me separé lentamente queriendo que mis neuronas dejaran de hacer sinapsis constantemente.

--Tienes razón amor, no es el lugar, no es la forma…Ya tendré tiempo para demostrarte qué tan unidos estamos, y más aún cómo lo estaremos…--mis palabras causaron en Bella un ligero espasmo. Me dio un beso rápido con esos labios esponjosos que Dios le había regalado como para causarle aún más envidia a todas las mujeres del mundo, y se dirigió a abrir la puerta. Yo la miré entrar, y la despedí con la mano. Volví al auto. Lento, despacio, pausado.

Tranquilo, Edward, ya verás cómo harás esto posible…Nunca fuiste un aficionado a las aventuras, y menos aún a las amorosas…Pero aún siendo tu consciencia, admito que esta fuerza irrefrenable para con Bella, sí existe.

Tranquilo, Cullen…Ya veremos qué hacer…



Bella POV

Por Dios!...qué fin de semana acababa de vivir…No lo podía creer. Cerré la puerta de entrada, y me apoyé en ella. Edward iba a acabar conmigo…De eso estaba segura…no podía ser tan perfecto. La taquicardia que sentía en ese momento resonaba en mis oídos…Me esmeré en tranquilizarme, si no cómo iba a poder seguir con mi vida hasta que lo viera nuevamente…Ay!!! Cuándo lo vería?...no me lo había dicho!!!...Rayos!, qué tonta…y todo por…sus besos…sus deliciosos y jugosos besos…Dios, sí que perdía la cabeza cuando estaba con él.

Me apresuré a ir al piso de arriba. Debía bañarme, comer (me estaba muriendo de hambre, ya casi estaba oscureciendo), hacer algo de tarea, o quizás hasta estudiar, tenía 4 exámenes por delante y aún no había tocado nada. Comencé por lo primero y más necesario, el baño. Mi padre aún estaba de guardia en la jefatura de policía, por lo tanto no iba a molestarme. Así que puse la radio a todo lo que daba…Estaba ese programa que me encantaba tanto: Curiosa Noche, donde pasaban las mejores canciones románticas que existían en este mundo. Mientras me lavaba el pelo, pensaba en…sí, en Edward…en quién otro??...

Cómo se las arreglaba para hacerme estremecer con cada una de sus palabras…con sus caricias??. Lo que sucedió hoy en la entrada de mi casa, fue increíble. Nunca podría olvidarlo. Sus manos, su piel, sus ojos.

Un Dios.

Mi Dios.

El único que gobernaba mi vida.

El Amo y Señor.

Cerré la ducha, porque ya me estaba acalambrando. Cepillé mi cabello una y otra vez hasta que más o menos logré el peinado que quería. Me lo sequé un poco. Miré mis piernas y decidí que debería ir a la depiladora, porque con Cullen al lado, nunca se sabía. Quién diría que podría pensar eso alguna vez!!!?? Mi suerte estaba cambiando…y yo le agradecía al cielo por eso.

Ya en mi cuarto, seguí escuchando la radio un rato más, mientras trataba de leer algunos apuntes. Geografía era lo peor que el Creador o quién fuera había inventado. Qué materia más horrible…Traté y traté, pero sólo obtuve quedarme dormida…

-Bella, no me hagas esto…no me dejes así…

-Basta, hasta acá llegó mi amor, no puedo seguir soportando que me tomes y me dejes cuando quieras…Edward, no eres el único que tiene un corazón…Deja de aparentar que no valgo nada…porque sí sabes que valgo…por algo siempre vuelves…

Edward me miraba, tumbado en el piso. Lloraba, desconsoladamente. Algo me quería decir, pero yo no lo dejaba. No era el momento, ya había pasado su cuarto de hora. No puedo soportar que me mire así. No lo puedo soportar, por eso trato de no mirarlo. Me doy vuelta. Pero nuevamente, siento su presencia detrás de mí. Al enfrentarlo, lo veo raro. Su rostro, parece que está…sangrando?. Quiero mirar bien, pero sólo puedo ver sus ojos llorosos. Qué ocurre?? Por qué no lo puedo ver bien??...Qué me ocurre??...

No puedo ver nada…Se va, se aleja.

No lo puedo ver más.

Me quedo con su última mirada.

Fría. Triste.



-Ay no lo puedo creer!!!...Media hora tarde, Isabella Marie Swan, quién te habrá permitido enamorarte del peligroso Edward Cullen??…Maldita sea, Cullen…Tú y tus sueños…

Me había quedado dormida. Y ahora qué iba a hacer?, no había leído casi nada para mi lección oral de Geografía, no había cenado y tampoco iba a poder desayunar porque encima estaba llegando media hora tarde a la escuela. Me levanté velozmente, me tropecé y me raspé la rodilla con la silla de la computadora. Me largué una gran palabrota, y entré saltando al baño.

Mientras me lavaba los dientes y cepillaba mi pelo, meditaba sobre mi extraño sueño. Qué sería? Por qué Edward lastimado??...Me había querido decir algo y yo no lo había dejado…Traté de sacar esas imágenes horribles de mi cabeza, sólo iba a servir para seguir atrasándome.

8:35. Maldito Cullen… Bajé y tomo un rápido desayuno: un poco de yogurt de la botella y un cereal de la alacena. Nada más.

8:40. Abrí la puerta. Mi padre ya se había ido, o nunca había vuelto, igual de que serviría su presencia. Jamás me ayudaría en nada.

8:42. Salí de mi casa, tomando un sweater y mis llaves.

8:45. Arranco el auto…Mucha neblina. No sabía por qué tan feo se veía todo. Con cuidado, fui acelerando para salir de mi cuadra.

8:48. Giré a la izquierda y observé que había un camión preparándose para entrar en un estacionamiento. Por lo tanto, traté de retomar, para ir por otra calle, pero la angostura de la calle no me lo permitía. Justo hoy, tenía que pasarme todo esto.

8:50. Me detuve en medio de la calle detrás del camión, para pensar por dónde podía ir, y comencé a dar marcha atrás.

8:52. Indudablemente llegaba tarde. Muy tarde. Pero mejor tarde que nunca, no?...

Eso es lo que pensaba justo cuando vi a ese auto venír hacia mí.

No pudo frenar, lo vi.

Vi la cara de terror del conductor. Vi como dobló, cómo se encontró con mi auto atascando el paso. Vi cómo se le transformó la cara y cómo atinó a frenar. Pero tarde, no llegó.

Mucha velocidad, poca distancia. No hay freno que sirva.

Tarde.

Mejor tarde que nunca…

Pero ese día, para mí fue un nunca…


Si salimos de ésta Swan, recuerda: Nunca más te quedes dormida...

3 comentarios:

  1. hay hay hay nonononooo q pasoooooo? porq asiiiiiiiiiiiii noooooooooooooooooooo hay no bueni tranqui tranqui porq no nos vas a dejar asi no? hay buen besitossssssssssss y espero q actualices pronto

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  2. totalmente confundida jiji....desesperadamente ansiosa por el siguiente cap...

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  3. Pero¿que fue lo que le paso?¿un accidente con el coche? sigue pronto que no me puedo quedar asi con las ganas.

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