21 de marzo de 2010

El Oasis en el Desierto 2º Shoot

Chicas, les dejo el siguiente shoot de El Oasis En El Desierto...Espero que lo disfruten...y acuerdense de visitame en Fanfiction.net...Me encuentran como Solcito.clln...

Besos!



2º SHOOT: Cerrando el Ciclo

El día había llegado. El día de devolverme a la vida. El día más esperado por mí y por todos los que me conocían.

Era tarde, y no se iban. Yo impaciente, trataba de entender qué estaba pasando…qué estaba a punto de hacer.

Él era un sueño. Seguía mirándome, y de a ratos me quitaba la respiración. Sus ojos verdes, me penetraban hasta los huesos pero, ¿qué era lo que pretendía?, ¿que corriera a su lado sin importarme nada?...No, aún no…Si teóricamente me había esperado tanto, debería tener un poco más de paciencia, ¿no?

Yo miraba el reloj a cada instante, él sentía lo mismo, o al menos así lo demostraba con sus manos en los bolsillos y su respiración agitada…

De repente, el acercamiento…Queda junto a mí, casi tan cerca que me dolía el corazón del golpeteo incesante…Me mira fijamente la boca, y en ese preciso momento salen de la suya, las primeras tan esperadas palabras de pasión…

”No sabes lo que daría por que esa boca fuese mía desde este preciso instante”…

Sí, yo tampoco podía creerlo. Aunque todavía no estábamos solos, no importaba, para nosotros, ya nadie estaba presente en ese habitáculo casi oscuro…

Mi corazón desenfrenado, ya no sabía cómo galopar…
Estas nuevas sensaciones eran únicas. Hacía meses que no me tocaban, no me exploraban, no ardían de deseo por mí. ¿Qué meses?…años habían pasado ya. Hacía un año que Jake me había dejado, había decidido dejar de intentar mantener nuestro matrimonio, y ya hacía dos que ya no se animaba a tocar mi cuerpo, o no le interesaba. En fin, yo me había propuesto disfrutar. Para alegría de ambos.

Necesitaba de ese calor, ese cobijo tan placentero, en donde ovillarse y perderse en la suavidad. Ansiaba tener sus manos rozándome el cuerpo y pidiéndome todo de mí. Ya había olvidado lo que se sentía cuando me recorrían desesperadas manos por mi cuerpo y lograban estremecerme hasta lo más hondo. Necesitaba volver a renacer, a ser esa mujer independiente que alguna vez fui. Esa mujer antes de Jacob. Esa mujer sin miedo a nada. De sólo acordarme el sufrimiento, cuando mi corazón se estrujaba y se hacía añicos por culpa de la soledad, lograba estremecerme.

A pesar de todo esto y del tiempo pasado, nunca podría olvidarlo…Todavía sentía su piel cerca de mí…Aún podía recordar todo lo que me había hecho pasar. Era el vívido recuerdo de la pasión, del más caluroso de los actos, del más preciado de los momentos vividos. Pero todo había terminado, no tenía forma, no tenía explicación.

No tenía derecho ni siquiera a que lo recordara. A que mi cuerpo lo extrañara. Todo había acabado frente a mis narices, y yo no había podido hacer nada.
Pero esto sería diferente, sólo pura pasión, sin compromiso, sólo dos almas que buscan lo mismo, hacerse compañía en las noches tristes de soledad. Sin promesas, sin futuro. Una novedosa relación que venía a impartir un poco de justicia.
Me miró y se contuvo de hacer lo que el corazón le gritaba. Él ya no parecía relajado, y yo nunca había estado más histérica en mi vida. De sólo pensar que por primera vez lo tendría todo para mí, sin tapujos, sin culpas, sin penas. La primera vez que podía estar después de tanto tiempo, tocando un cuerpo, sintiendo su calor, y sin necesidad de pensar en nada más. Sólo eso.

Aunque parezca raro, y sé que lo debe ser…siempre sentí una atracción un tanto misteriosa con él…Antes de Jake, antes de Leah, antes de todo. Era rara la sensación que me perturbaba cuando lo veía, y creo que lo mismo le ocurría a él. Siempre se dirigió a mí con el debido respeto. Y cuando ocurrió el episodio del recreo, nunca más lo vi. Excepto en la fiesta, y allí lo vi misterioso, avergonzado, tímido. Me miraba como queriendo decir algo pero no era capaz.

Y no fue simple volver a seducirme. Yo tenía el recuerdo de Jake muy grabado, a fuego. Y también el recuerdo del daño que él le había hecho a Jake.
Pero cuando Edward me contó un par de verdades…empecé a entender mejor, y a ver desde mis propios ojos…

Una noche cruda de invierno, cuando ya habían pasado 6 meses desde la separación, lo encontré en la calle. Yo iba camino a casa, después de un arduo día de trabajo. Sólo quería llegar, prender la chimenea, y sentarme a calentarme los pies. Él se acercaba apurado, y no me vio. Me llevó por delante, y ese desastroso reencuentro terminó en una encantadora cena, aunque al principio bastante tímida.

--Bella, yo nunca quise lastimar a Black. Yo no sabía que estaban juntos con Leah. Ella es…es…

--Una zorra…-- lo interrumpí.

Mirándome con una sonrisa torcida lo confirmó: --Sé que no queda bien que lo diga yo, pero tienes razón. Ella logra todo lo que se propone. Tiene una especie de imantación con los hombres. No era lo correcto, pero…bueno, ningún hombre es perfecto, y caí en sus redes. No es que me justifique. Sólo quiero ser sincero contigo—Por primera vez, me estaba contando lo que había pasado. Fue lo primero que le exigí al ofrecerme una cena. Y le estaba creyendo, porque sus ojos irradiaban honestidad.

--Cuando nos encontró Black, yo creí que era hombre muerto. Me veía a todas las autoridades encima mío, y encima por un pequeño coqueteo que me agarró desprevenido en el aula. Sin embargo a Leah no parecía preocuparle, decía que Black no haría una escena, y que hasta la perdonaría. Siempre fue muy segura de sí misma. Y eso era otra de las cosas que la hacían ver más madura y que, bueno, llegaron a atraerme de ella. A pesar de lo que me aconsejaba, yo decidí dejar la escuela. No podía con mi culpa— Mientras se confesaba, yo aproveché para observar sus reacciones, parecía total y verdaderamente apenado-

-Y así fue…Sólo me confundí esa vez. Luego nos cruzamos una sola vez más, para ese entonces ella había finalizado la escuela, y se me había aparecido en mi otro trabajo. Me llamaba, y hacía de todo para rodearme con sus embrujos nuevamente. Una de sus trampas fue el día que nos vimos. Me invitó a la fiesta engañado. No me dijo que era de la escuela, y menos que era el reencuentro con ustedes. Me dijo que era sobre trabajo, y como se relacionaba con mi oficio, me convenció de que sacaría provecho de la fiesta. Al llegar y verlos a uds., me sentí muy avergonzado. No podía mirar a Black a la cara. Lo que había hecho no tenía perdón de ninguno de ustedes. Y te pido disculpas ahora—

Me buscó mis ojos, y cuando crucé mi mirada con la suya, pronunció las palabras que iban a hacerme sufrir hasta los huesos pero también a devolverme la vida.

--Si él pudo perdonar a Leah, me imagino que tú podrías perdonarme a mí, o al menos aceptarme las disculpas, ¿no?

Me quedé helada…¿¿¿¿cómo que él había perdonado a Leah????...¿¿desde cuándo?? ¿¿¿Había perdonado su infidelidad y todo el sufrimiento que le causó, mientras yo seguía protegiéndolo y luchando con nuestro matrimonio???...

-Para Edward… ¿Cómo que la ha perdonado?..¿¿¿.cuándo???...si nunca más la vio, ¿o si?…¿¿Cómo estás tan seguro??...—No podía hablar más, se me atoraban las palabras…En mi mente todo giraba, pensaba en las veces que Jake me había evitado desde esa maldita fiesta. Trataba de evadirme cuando yo me ponía demasiado cariñosa. Retrocedía y parecía como que lo hacía por culpa. Yo creía que tenía algo que ver con el tema del bebé. Pero me equivoqué…Como siempre, estos dos siempre me dejaron como idiota.

Estaba totalmente alterada.

-Mmmm…No sé si soy la persona indicada para hablar de esto contigo…

--Edward, ahora no me vengas con la moralidad…Habla…Dime todo lo que sabes. Lo necesito…y si estás interesado en seguir viéndome, te aconsejo que hables—No le quedó otra alternativa. Yo me había cansado de dar opciones a los hombres que me rodeaban. O hablaba, o me iba.

--Bueno, Bella, pero yo me rehúso porque no quiero ser el que cause tu irritación…

--Contigo no me enojaré, sólo dime. Por favor.

--¿Tú no sabes dónde está Jacob ahora?...—Me miró expectante…

La verdad es que no sabía, ni quería saber. Cuando se despidió de mí por llamarlo de una manera no tan trágica, sinceramente no escuché. No quise oír sus excusas.
Como no contestaba, Edward comenzó a hablar nuevamente.

-Bella, ellos están juntos…Desde hace algunos meses ya, o por lo menos eso es lo que vi… ¿no te lo había dicho?

Ilusa nuevamente. Bella Swan no puedes ser tan, tan ilusa. ¿¿¿Cómo no te diste cuenta antes??? ¡Qué idiota fui!…Lo que menos pensé es que se iba a otros brazos, y menos a esos brazos…Con razón tanta evasión, tanta frialdad, con razón tanta, tanta contrariedad desde aquél día de la fiesta. Verdaderamente no sabía si me lo había dicho el día que me dejó…Pero no creo, porque si estuvo un año sin decirlo, por qué lo habría blanqueado en ese momento. Y yo que me culpaba por la separación. Qué ilusa. Me sentía tan traicionada. Cuánto tiempo había perdido.

Edward pagó la cuenta, y me llevó a casa. Se dio cuenta que estaba irritada. Por días no hablamos, aunque él me dejaba mensajes diariamente.

Yo estaba sumergida en un vacío completo. Al borde del precipicio.

3 comentarios:

  1. wowwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!!!! meencantoooo!!!!!! como esperaba volver a leer esta historiaaaaaa gracaisssssssssssss

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  2. hola soy nueva en tu blog esta historia esta

    de 10 jijijijij encerio cuando publicaras el

    final dime me llamo harumi

    felicidades por tu historia

    adios

    besos

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  3. me encanta tu blog felicidades y no dejes de escribir por fa nos elegras el dia y estoy segura que muchos piensan lo mismo animooooooooooooooooooooooo, suerte

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