28 de octubre de 2009

Si Muero Antes Que Tú…Capítulo II



Hola chicas, acá les dejo el segundo capítulo de Si Muero Antes Que Tú...Se está poniendo lindo, espero que les guste...y va dedicado para Kokoro que es el cumpleaños...y es a la que la agradezco porque leyendo sus historias, comencé a animarme a escribir...y gracias a eso, me siento más viva...
Feliz cumple para ella...y feliz vida para todas...

Bechosss...

PD: Déjenme los comments, y también cosas que vayan descubriendo, o cosas que no les gusten también...y si alguna quiere ayudarme a personalizar mi blog, bienvenida sea...

Capítulo II---La Presentación


De repente, la oscuridad…todo se ensombrecía…sólo oscuridad…y puros ruidos…

¿Qué estaba ocurriendo?...¿De qué me estaba escondiendo?...¿Por qué me escapaba?...Aunque sentía que alguien tiraba de mí, alguien quería que me quedara, que dejara de luchar para correr más y más rápido. ¿Pero qué era lo que estaba pasándome?...

Y de pronto, la luz nuevamente. Veía algo dificultoso, si es que se podría asegurar que veía. Y lo peor aún era lo que escuchaba. Voces, bullicio, palabras sin sentido, y todos alrededor mío. Pero aún, al recobrar la conciencia me di cuenta de que yacía en el inmundo suelo de ese asqueroso bar. ¿Por qué?. La verdad, ni yo lo sabía. Sólo podía divisar un brillo. Unas pequeñas manchas verdes, dulces, por cierto.

Y en ese momento recordé…

Me tendría que haber quedado en casa, con el Pop Corn, la gaseosa Diet y mi gata…sí…ah y mi batón preferido. Para qué haber salido?, si me podía quedar tranquilamente panza para arriba mirando la TV. Pero Bella Swan tenía que hacer, una vez más, su mejor papelón de la semana.

A quién le podría ocurrir, que al tener la remota posibilidad de que el mejor hombre, el mejor ser humano, el más perfecto, se acercara a tu mesa, se dignara a volver a mirarte (con lo que parecía que sufría cuando lo hacía), quisiera entablar una conversación contigo, aún si sólo fuera hablar del diseño del mantel de la mesa, o del color de las paredes, de cómo salió el último partido de los Yankees, o de mi opinión sobre la economía mundial…A quién le podría ocurrir, olvidarse de respirar al ver a ese precioso hombre queriendo acercarse…

Pero sí, a Bella todo le sucede… Y al fin, sucedió…Así fue que terminé en el piso. Sí, se pensará que Bella es dramática y que no puede ponerse así sólo porque ese hombre la mirara…Pero si pudiera graficar la escena aún mejor, seguramente se entendería mi situación…

Asique, allí estaba, tirada en el suelo, temblando obviamente, y queriendo desaparecer en ese preciso instante. El hombre de los ojos verdes me miraba con una mezcla de furia y ternura…que cara debería tener yo, si le causaba tal impresión!...Pero ya me ocuparía de eso más adelante, cuando lograra escabullirme de allí y llegar al espejo más cercano.

En ese momento, llegaron mis amigas. Al fin 2 caras conocidas!!!...Ellas eran las culpables de todo esto…sabían en qué situación me encontraba, sabían que no debía salir, que aún era muy pronto, que cualquier cosa extraña, fuera de lo común, repercutiría en mí de esa forma…Pero allí estaban, cubriéndose la boca, a punto de gritar, AHORA preocupadas por su amiga, que entre paréntesis, se hallaba aún tirada en ese sucio piso y con un bombón observándola.

Al fin, me ayudaron a levantarme, y sin querer, el hombre de los ojos verdes (que nadie me había presentado aún) quedó a un lado de la escena…Por un momento sentí, que quería que él la protagonizara…Dios! Por qué me ponía a pensar en eso ahora?…Es un simple chico, como si nunca hubiera visto a un hombre…

Al levantarme, sentí aguijones en mi cabeza. Sentía todo moverse, realmente estaba mareada, como si los 2 tequilas que me había tomado, hubieran hecho el efecto de 15. Las chicas me ayudaron a mantenerme en pie. Me senté en la mesa más cercana. Miré a mi alrededor, y encontré que muchas parejas aún me miraban con cara expectante, como si esperaran que les agradeciera la preocupación. Trágame tierra!

Cuando ya todo estaba más calmo, Emmet y Jasper decidieron que ya había finalizado la noche, y decidieron devolvernos a cada una a su hogar.

De las presentaciones, ni hablar. Una noche para el olvido…En sí, sólo había tomado 2 pobres tragos, había escuchado una sola (bellísima) canción del hombre de los ojos verdes y su grupo, había logrado mantener unos segundos el contacto visual con él, pero al bajar del escenario, estar un rato sin mirarme, y de repente acercarse a mí de manera tan sigilosa, volver a contactarse visualmente, y preguntarme tanto, sin siquiera despegar sus labios…había hecho que me desequilibrara…había logrado influir tanto en mi, como nadie lo había conseguido en los últimos tiempos…Algo que no se lo permitía a nadie últimamente…y al menor atisbo de voz, perder la conciencia en sus brazos…

Una excelente primera impresión, no?...

…la desequilibrada del bar a la que se le olvida respirar…

Esta noche, en fin, no había tenido mucho de especial…o eso al menos era lo que creía en ese momento.

Al salir del bar, el aire fresco en mi cara, me hizo sentir plena…Me volvió el alma al cuerpo, era lo que estaba necesitando, sin dudas. Alice me sujetaba de un lado, y Rose del otro…Verdaderamente, estaban preocupadas mis amigas, y por eso las adoraba con todo mi ser…Porque aún, cuando se mandaban líos, estaban allí para remendarlos…y por eso daría la vida por ellas, como ya la había dado por otros…

De repente, escuché un golpe. Me giré, y encontré que el hombre de los ojos verdes había salido del bar, siguiéndonos y se dirigía hacia nuestro grupo. Comenzaron a sudar cada una de las superficies de mi piel, y a temblar mis piernas…

Por qué este sujeto tenía tanto efecto fisiológico en mi cuerpo?...De alguna manera, podía controlarlo?...

Esto no lo podía tolerar…Había logrado hacerme invulnerable a las peores situaciones, y sin embargo, un simple niño podía acabar con todo lo que había logrado, por una simple miradita?...Bueno, no tan simple niño, ni tan simple miradita, pero en fin…

Y aquí estábamos…al fin juntos, y de pie ambos: el hombre de los ojos verdes y la desequilibrada niña del bar a la que se le olvida respirar…En ese momento, mágicamente, Alice intenta desaparecer, queriéndose llevar a Rose, pero ella seguía firme a mi brazo. No dejaba de mirarlo inquistivamente, como si no pudiera descubrir lo que él ocultaba…Y de pronto, Jasper decide aparecer y cumplir con lo que debería haber hecho hacía ya 2 horas

…Presentarnos…

Emmet se acercó también y ayudó a quitarme a Rose de encima, mientras que Alice rompía el silencio, y se acercaba a abrazar efusivamente a aquél hombre. De hecho, me pareció una escena totalmente ridícula…que mi amiga se tirara prácticamente encima de ese sujeto, y peor que éste le devolviera el abrazo, aunque un poco sorprendido también, como si se conocieran de toda la vida. Jasper no parecía sorprendido, lo que causó en mi una terrible ira…Sería que todavía no conocía a mi amiga y no me daba cuenta que era propio de ella confiar en la gente y ser así de demostrativa…

Yo creo que a veces, era sólo envidia…por no ser como ella, por no poder olvidar, y por tenerle rencor a los hombres…aún siendo tan bellos como él…En fin, no era el extremo como Rose de desconfiada, pero tampoco invadía a la gente como Alice. A propósito, Rose seguía agarrada de mi brazo estupefacta por la reacción exagerada de Alice.

-Bueno, era hora de que los pudiera presentar…Este es Edward, Edward Cullen, mi amigo de la infancia, que hoy cantó para nosotros- comenzó Jasper, y siguió Alice: -Jasper me ha hablado mucho de ti, es más habló de tus dotes artísticas, pero yo no le creía…de veras, que me ha cerrado el pico-. Este sujeto de ojos verdes, al que llamaré Edward a partir de ahora, se sonreía y me miraba de reojo…aún no entendía por qué, pero ya lo descubriría…

-Gracias, y tú debes de ser Alice, no?...a mí también me han hablado mucho de ti…Como también de lo bellas que eran las mujeres aquí en Forks…y confieso que tampoco le creí a mi amigo - Edward me miraba y proseguía- pero ahora que las veo, yo también afirmo que me han tapado la boca- decía mientras se sonreía de una manera torcida muy suya, que seguramente era una mueca muy propia de Londres…pues, aquí no se veía casi nunca…

A todo esto, yo sentía que mis piernas me volverían a fallar, por lo tanto empecé a moverlas sutilmente, aunque obviamente, nadie dejó de percatarse de mi movimiento. Rose encaró: -Jaja, muy lindos tus piropos, pero la verdad que estamos un poco apurados, se nos hace tarde, y Bella no se siente tan bien como para estar helándose aquí afuera, miren nomás cómo está temblando- Bingo! Rose acababa de deschabarme…

Para lo cual Edward, con cara de preocupado me miró y dijo: - Rose, la chica del carácter más bravo de la escuela…sí, no pongas esa cara, creo que debo recordarte que puedo ser más irónico que tú-. Yo no creía lo que estaba oyendo, no podían estar peleándose justo en este momento, y que carácter que tenía este tal Edward…cómo le podía hablar así a Rose?…está bien que ella lo estaba mirando muy mal, y lo estaba dejando mal parado, pero igual…Evidentemente, el trato que ellos tenían en la infancia no debería haber sido tan grato…Aunque yo sabía que los Hale adoraban a este sujeto…Serían celos de Rose hacia su hermano Jasper, por estar tan pendiente de Edward?...

-Y además, opino lo mismo que tú, Rose, yo tampoco deseo que ¿Bella?- me miró mientras pronunciaba mi nombre, con lo cual asentí, sólo de oír cómo sonaba mi nombre en su melodiosa voz- acabe enferma a causa de mi culpa o de cualquier otro tras tiempo…Por lo tanto, los invito a llevarlos en mi coche- Edward hablaba, mientras Jasper y Emmet asentían encantados…Alice no paraba de sonreír también…Sólo Rose y yo parecíamos las aguafiestas de esa noche…

Pero bueno, no era muy apropiado llegar a mi casa medio borracha, a punto de desmayarme por segunda vez, con un auto que no era el mío, y con un hombre que rajaba la tierra conduciéndolo…Pero, si todos mis amigos iban, no tendría opción.

-Yo voy caminando, gracias…Vamos, Emmet?- Rose me salvó de pensar qué debería elegir. Emmet, con cara de disculpa, se acercó a Edward, lo saludó como se saludan estúpidamente los hombres como si existiera algún tipo de código entre ellos, y se dispuso a caminar con mi amiga. –Rose, no te vayas, ven conmigo, o espérame que voy con ustedes…- le dije a Rose, pero ella ya se había marchado, y no quiso escucharme…

En ese momento, me doy la vuelta para mirar a Alice, y me encuentro con esos ojos verdes, nuevamente mirándome de esa forma tan extraña…Traté de evitarlos, ya que no quería nuevamente otro episodio bochornoso. Sin que me diera cuenta, entre tanto debate interno, Edward como si pudiera leer mi mente, se acercó sutilmente, se quitó su chaqueta y me la sostuvo por encima de mis hombros, sin desaprovechar el escaso espacio que estaba quedando entre nuestros cuerpos. Yo bajé la vista, porque como dije antes, estos acercamientos me ponían muy nerviosa, y no quería que algún brote de torpeza dejara otra vez al descubierto mi desastrosa personalidad. Pero Edward me miraba como si nada de eso le importara…

Qué bien lo estaba haciendo…Si lo que en verdad quería era conquistarme, lo estaba logrando cada vez más…Pero yo no lo debía hacer tan fácil… o eso era lo que mi mente estaba repitiendo una y otra vez, hasta que mi memoria lo apuntara…

Y como si ya nada fuera demasiado, tomo mi mano temblorosa, y dejó un beso en ella. Típica escena de un clásico del cine de 1920…De dónde había salido este espécimen?...De pronto, sentí como si me fuera a estallar la cara…

Edward se percató de esto y me dijo: -Bella, aunque sonrojarte hace que tu belleza se realce aún más, no tienes por qué hacerlo…- yo sólo pude sonreírme en respuesta a tan hermoso piropo, y me apresuré a acercarme donde estaban mis amigos…

Edward se acercaba por detrás, y yo sentía su mirada en mi nuca, como si de esa manera pudiera hacerme sentir el calor que lo inundaba. De más está decir, el hermoso Volvo que manejaba…era un sueño, y más aún comparado con el que tenía estacionado en la puerta de mi casa. Era de esos autos en los que tenías de todo, y en los que creías que estando allí estabas más cerca de la perfección…

Lo mismo que yo sentía al estar cerca de Edward…

Aunque traté de viajar en la parte de atrás con mi amiga, ella consiguió convencerme de ir delante, sólo con cerrarme la puerta sutilmente luego de haber entrado ella y su novio, y sacarme la lengua a través de la ventanilla, obviamente. A lo cual, Edward se sonrió ampliamente y me susurró:

-Que increíble amiga tienes…- y aquí se viene lo peor- No tengas miedo, no pensaba morderte…Sube, tranquila.

Que desafío me esperaba…

Tratar de no hacer tan evidente las ganas que tenía de que sí deseara morderme…



2 comentarios:

  1. Fantastico capi, espero el proximo con ansias,sigue adelante, besos (loquibell)

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  2. hola tu historia me atrapo
    por favor sigue escribiendo
    te ha s hecho d una nueva seguidora jeje

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